Mi Curro: Parte 3

Traigo buenas noticias! Hoy, día 31 de Agosto de 2009, es mi último y definitivo día de curro *Aplausos y Vítores...* En fin, vamos a lo que importa, un par de anécdotas de mi tío político (dejo claro que no hay nada sanguíneo, asi que no heredaré nada, que bien...):

Ayer (día 30) por la mañana, a las 10:10, estaba José trabajando en la piscina, cuando llegaron unos jóvenes de una despedida (seguramente todos resacosos) y le preguntaron si se podian echar en las hamacas, y como a partir de las 10 se supone que esta abierto, pues les dejo sin ningun problema.

Entonces llego la catástrofe, poco despues llego mi tío y le dijo a José (le dijo es un decir, mas bien le GRITÓ, que se enterase todo el mundo):

- Fora esa xente de ahi! Fora! Non quero a esa xente ahi! - El es así, a los niños y a los jovenes los desprecia, cree que llegan a su hotel para destruir la armonia y la paz existentes.

- Pero Alfredo, como vou a faser eso? Eles poden estar ahí como calquera outro cliente!

- Non quero a esa xente ahi! Que se vaian! Aínda non e hora! - Lo de la hora es lo primero que se le ocurrió.

-Pero se son as dez e dez! - Pobre José, tener que aguantar a este brasas todo el día...

- SON MENOS DEZ! - El que mas grita lleva razón, claro...

Al final mi tío cedió y se fue, pero aun así los tios que estaban tomando el sol se empezaron a preocupar (normal, yo tendria miedo de que llegase con una escopeta o algo...), y le comentaron a José que si molestaban o algo que se iban, pero José les dijo:

- Nada, ya esta mayor, no le hagais mucho caso, ya sabeis...

Traducción:

- ¡No le hagais caso al puto viejo senil ese de los huevos!

Y ahi se acabo el problema.

Como he dicho antes, no solo le tiene manía a los jovenes de entre 16 y 23, tambien le tiene mania a los niños de entre 3 y 15, jajajajaja... Veréis, la puerta de entrada al hotel tiene el pestillo bastante duro, y unos niños querían entrar al hotel, y estaban intentando abrir la puerta pero no eran capaces:

*Forcejeo, ruido de pestillo. Mi tio se levanta del sitio donde estaba sentado y abre la puerta de golpe*

- A VER? QUE ANDADES A FASER NA PORTA!!!???

*Los niños, obviamente, se acojonan, pero entran y le piden a Diana, la recepcionista, un vaso de agua (Si estas leyendo esto holaa Dianaaa!), y mi tío...*

- Para que queredes un vaso de agua?! Veña, a beber rapidiño e a fora! A xojar! VEÑA!!!

*Pobres, niños, y pobre Diana... Entonces, para su desgracia, a un niño (o a varios) le entraron ganas de ir al baño, y mi tio seguia con su idea de, si no hay dinero, no hay armonia, ¡y si no hay armonia me enfado y no respiro!*

- QUE ANDADES, A XOJAR AO ESCONDITE??? A MEXAR E FORA DE AQUI!!! AQUI MOLESTADES!!!

*Los niños, acojonados, ni mearon ni hostias, se fueron afuera antes de que mi tio empezara a morder*

No me creais si no quereis, pero es la puta verdad, por increible que parezca.

Antes cuando mencione la escopeta en la primera anecdota me vino a la cabeza otra que no habia contado y ya tiene algo de tiempo:

Un día, como cualquier otro, la recepcionista que trabaja en la recepcion del segundo hotel (Veréis, el susodicho hotel en realidad son dos hoteles, uno mas abajo y otro mas arriba, del que hablo ahora es del de arriba, en las anteriores hable siempre del de abajo), Belén (Si estas leyendo esto holaa Beleeen!), estaba distraida en el trabajo, cuando mi tio se acerco y se puso a quejarse de las gaviotas (no me acuerdo que habia dicho exactamente), y Belén le dijo (de broma, claro):

- Pois colla a escopeta e mateas!

Mi tío no dijo nada, acojonantemente, y Belén siguio trabajando, y al rato lo ve pasar por el lado con la escopeta en la mano!
Le intento decir algo pero Alfredo no la escucho, salio fuera y estuvo un rato fuera, sin que Belén supiera de el ni de su batalla contra las gaviotas (¡¿quien habria salido victorioso, el hombre Alfredo o las gaviotas?!). Al rato Alfredo volvio para dentro con la escopeta, pero no se había oido ningun disparo ni nada... LAS GAVIOTAS HABIAN INVADIDO SU CUERPO!
Nah, es broma, pero al final acabo en nada, y siguio dedicandose a mirarlas mal, para hacer que las gaviotas se sintieran mal consigo mismas y acabasen suicidandose.

En fin, me despido, y supongo que tambien se le pone fin a este apartado de entradas (a no ser que mañana pase algo, claro).

Guten Nicht!